viernes, 30 de noviembre de 2012

Hielo + Bici = Gritar en español

La historia de hoy, breve, tiene que ver con bicis. Con bicis y con hielo.

Esta mañana ha sido muy extraño ver mi bici seca, creo que es la primera mañana desde que tengo la bici que no ha estado la pobre mojada (o mojada y congelada). He ido a la escuela de idiomas a hacer el examen de danés y he puesto mi bolsita de plástico para que si llovía, no se mojara. No ha pasado nada. He vuelto a casa a comer y he vuelto a poner la bolsita. No ha llovido, así que det er i orden. Me he ido a dar mi clase de español a Søborg y pensaba que lo había puesto. Pero no. Así que cuando he salido mi bici no solo estaba mojada sino que también estaba llena de hielo.

Debía haber empezado hace poco, así que el sillín todavía no estaba muy mojado. Pero ya montada en la bici, ha empezado a caer más fuerte EL HIELO. Hoy he descubierto una cosa: ir en bici cuando llueve agua congelada no es nada agradable. Los daneses están locos, porque no era la única que iba en bici con tan agradables condiciones metereológicas. Pero no solo te mojabas y hacía un frío de muerte, sino que además las gotitas de HIELO se te clavaban en la cara, en los ojos, las lentillas se me congelaban. Era como si me clavaran dos pequeñas agujitas por cada gota que me caía.

Por suerte, solo han sido 20 minutos, y no 1 hora, como si hubiera venido desde Copenhagen. ¿Cuánto va a durar esto? ¿Va a ser normal? Bueno, supongo que no será una cosa tan difícil a la que poder adaptarse también. Si ya he ido diluviando... ¿qué son unas cuantas agujitas congeladas? ¿Y cuando nevará?



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