jueves, 17 de octubre de 2019

Cómo puede ser un parto inducido

El parto de mi hija, Titania:

Antes ya de estar embarazada, había leído todo lo posible sobre el embarazo y el parto. Me sabía toda la teoría que podía encontrar sobre los cambios del embarazo y había leído mil experiencias de mujeres y cómo habían sido sus partos. A pesar de las mil historias de terror, iba sin miedo, no había ningún motivo para que eso me pasara a mí. 

Desde luego, nunca había leído sobre un embarazo tan bueno como el mío, y eso que antes del embarazo no había hecho ejercicio en más de un año y medio, estaba bastante gorda y tenía bastantes épocas de estrés en el trabajo. Sin embargo, mi embarazo fue el momento de más salud de mi vida, y sin cambiar ninguno de mis hábitos anteriores. 

Todos los análisis médicos y ecografías y tocografías e historias eran perfectos. El bebé tenía las piernas largas y un gran corazón. Ya se había colocado hacia abajo y encajado en la pelvis con un montón de tiempo. Sin embargo, cuando el día previsto del parto no había ningún indicio de que fuera a producirse pronto, y el bebé pesaba (según la máquina) mas de 4,750 kg, el señor médico, también conocido como el médico apocalíptico, había que inducir el parto YA. 

No había prestado especial atención a los partos inducidos. Mi bebé iba a nacer bien y si venía tarde no pasaba nada. Pero la cabeza era TAAAN grande, según este señor, y en general el bebé era TAAAN gordo que se salía de las gráficas, que no se podía esperar. Vale, pues inducimos el parto. Por suerte, no había sitio ese día en el hospital para inducir un parto, así que me citaron para el día siguiente. 

Por supuesto, busqué y leí todo lo posible durante ese día sobre cómo es un parto inducido, y aún así mi parto no se pareció prácticamente en nada a lo que leí. Además, por lo que he escuchado de otras chicas que también tuvieron un parto inducido, no es una historia extraña, así que lo voy a explicar aquí, para otras personas como yo, que lo lean todo. 

Empezaron por darme unas pastillas de prostaglandina, una cada 6 horas. Como no hacían efecto después de haberme tomado 3 rondas, a la siguiente ronda al día siguiente me dieron 2 pastillas. Había tenido contracciones desde que me las empezaron a dar lo suficientemente fuertes para tener que dejar lo que estuviera haciendo durante medio minuto, pero luego podía volver a comer/dormir/andar durante unos 15-30 minutos sin problemas. 

Durante la siguiente sesión de tocógrafo, a los 15 minutos aproximadamente, rompí aguas, así que no me dieron más, y me dejaron media hora más en la maquinita. Esto sería sobre las 14h. Las contracciones eran un poco más fuertes y largas cada 15 minutos, pero nada del otro mundo. Me mandaron a pasear y hacer vida normal. Así que fui a ducharme con la ayuda de mi marido, por si acaso pasaba algo. 

Después de la ducha, y justo antes de que empezara a comer, volvió a salir más líquido amniótico y las contracciones empezaron a ser fuertes. Llamamos a la sala de enfermeras para que mandaran a alguien a limpiar pero ya fue imposible comer. Las contracciones eran cada vez más seguidas y más fuertes. 

La enfermera me mandó a la sala de partos (había que subir un piso por unas escaleras) y me dijo: "uy, con esas contracciones tan seguidas, en un par de horas tienes a tu hijo en brazos". La verdad es que me lo creí. Apenas podía andar 5 pasos que tenía que pararme de dolor y agarrarme a mi marido porque las piernas me fallaban. Cuando terminé de subir las escaleras, apenas podía andar 2 o 3 pasos que ya no podía más. Ni siquiera llegué a la sala de partos yo sola, ya me metieron sin preguntar. Ya serían sobre las 17h.

Miraron cuantos centímetros de dilatación tenía: 2. Así que nada, les dije si podía sentarme en la pelota de yoga y que tenía mucho frío en la espalda así que me dieron unas almohadas que calentaban en el microondas para la espalda (la verdad es que no sé cómo me las ataron) y me puse dos pares de calcetines gordos. 

Así estuvimos más o menos hasta las 20h. Contracciones bastante seguidas y bastante fuertes. Cuando me miraron otra vez la dilatación de nuevo eran 2 cm. Así que había estado 3h pasándolo fatal para nada. La matrona que estaba conmigo me recomendó que me pusiera la epidural ya que teníamos para toda la noche, dijo ella que se iba a su casa. Me la puse y me volvieron a mirar: 5 cm. 

Si lo llego a saber me la pongo antes. Parece ser que las contracciones de un parto inducido, además de ser más dolorosas que las de un parto normal (cosa que yo había leído) también son más inútiles (cosa que también había leído). Lo que no sabía es que ponerte la epidural podía acelerar el proceso de dilatación ya que uno está más relajado. 

Vino un nuevo turno de matronas. La epidural me hizo efecto en todas partes excepto en el muslo izquierdo, que era como si me lo estuvieran cortando. Parece ser que había tenido contracciones en las piernas y por eso no podía andar, pero como el dolor era tan grande en la espalda, no lo había notado hasta ese momento. Me hicieron ponerme sobre el costado izquierdo para que llegara la anestesia a la pierna. Ya serían como las 23h. Y todavía 5 cm. 

Así pasamos la noche: sobre el costado izquierdo y sobre el costado derecho. Ya que el corazón del bebé estaba demasiado tranquilo para un parto y parece que así les gustaba más. Yo estaba extremadamente incómoda, y aun con la epidural puesta no podía ni dormir, ni relajarme, ni comer porque lo vomitaba todo. Me pusieron oxitocina y demás drogas para que se acelerara la cosa, pero no había manera. 5 cm y las 4 de la mañana. 

Más o menos entonces hizo aparición el médico apocalíptico para convencerme de hacerme una cesárea porque la cosa se estaba alargando mucho. Miraron a ver si el bebé estaba sufriendo haciendo unas pruebas a través de mi vagina. El mejor momento de la noche ya que me dejaron por fin tumbarme sobre la espalda y descansar. Hasta dormí mientras el hombre hizo lo que fuera. 

El bebé estaba bien. Así que me iban a dejar continuar. Y mágicamente estábamos en 8,5 cm de dilatación. Yo pensaba que veía el final del túnel y mi bebé iba a nacer madrugador. Vino otro turno de matronas al amanecer. Supongo que serían las 7 de la mañana. Y yo todavía de costado izquierdo y costado derecho. Le pregunté a la nueva matrona (por probar que no quede) si me podía poner sobre la espalda y me dijo que por qué no, que como estuviera yo más cómoda. Qué había estado yo haciendo más de 10h de costado izquierdo y derecho como una idiota? 

Aún no nos conocíamos que volvió el médico apocalíptico con la médica jefe a decirme que no solo tenía que ponerme de lado por el corazón del bebé sino que esto ya no podía seguir así. Que iban a mirar si el bebé estaba sufriendo, pero ningún problema, parecía que estaba durmiendo!! Pero que esto llevaba ya muchas horas y que había que hacer la cesárea ya, que seguíamos en 8,5. Que no se fiaban de bebés que duermen durante su parto. 

Me querían leer toda la biblia de consecuencias y efectos adversos, y yo a cada párrafo le hacía preguntas, que el pobre médico apocalíptico tuvo que explicarme toda su carrera de medicina y ginecología para que me callara y firmara. Pero conseguí convencerles para esperar 1h más. Aunque ya hasta la médico jefe me decía que aunque llegáramos a los 10cm la cabeza del bebé iba a ser tan grande que no iba a poder salir. 

Bueno, yo no sé si me dejaron 1h porque para mí fueron 10 minutos, pero la médico jefe volvió a mirar cuánto llevábamos de dilatación y puso cara de póker. Yo pensé que habíamos retrocedido a 1cm. Le pidió a la matrona su opinión y dijeron que... llevábamos 10cm! Que nos dejaban intentar empujar!!! Eso sí, sin hacerse ilusiones, que el bebé era del tamaño de un 4x4 y que no iba a salir. Además estaba demasiado arriba, probablemente no había dilatado porque la cabeza era muy gorda y no hacía suficiente presión. Pero por diversión, podía empujar y ya luego me hacían la cesárea. 

Hablando con la matrona me dijo que probablemente había avanzado tan rápido porque por fin me dejaron estar boca arriba y me relajé. Así que tantas horas pasándolo mal de lado a lado para nada. Lo importante es estar cómodo y a nadie se le había ocurrido que estuve yo ahí en tensión durante horas. Probablemente, es lo que retrasó tanto el parto (o las hormonas sintéticas o quién sabe). 

En fin, que después de decirme que me daban 2h para empujar, a mis contracciones les dio por desaparecer, apenas cada 10 minutos y bastante flojitas. Pero no fue un problema. En 2 empujones ya estaba la cabeza ya fuera y ni esperamos a la siguiente contracción para empujar y... ahí estaba el bebé!!

La verdad es que si que hubo bastante destrozo en toda el área vaginal, especialmente hacia la uretra en lugar de hacia el ano, pero nada que no se curara en 3 meses de descanso :) 

Así que: 
  • la epidural es buena, si pudiera elegir otra vez me daría el chute más grande. Incluso para empujar, podía sentir las contracciones y no hubo ningún problema. 
  • lo importante es estar cómodo, que no te vendan que el bebé está mejor o peor, si está mal no se esperan a que cambies de postura para rajarte.
  • aunque te digan que necesitas una cesárea 100%, desde luego no en todos los casos es real. Cuántas señoras como yo les habrán dicho de hacerse una cesárea que no necesitaban? 
  • haz lo que quieras, es tu parto y al final las consecuencias las pagas tú, al menos que las hayas decidido tú y no un médico apocalíptico. 
  • al menos los bebés grandes como el mío son de titanio, y pueden dormir durante el parto y estar sanos :)