domingo, 22 de julio de 2012

Ley del Aborto


No me gusta opinar mucho de política aquí por no coger un tinte de "contra todo", pero ahora me da igual.

Estoy en contra de Gallardón.
Estoy en contra del PP.
Estoy en contra del capitalismo.
Estoy en contra de la democracia.
Estoy en contra de la Ley del Aborto actual.
Estoy en contra de la Ley del Aborto anterior.
Estoy en contra de la Ley del Aborto de la que habla Gallardón.
Estoy en contra de los Ministerios.
Estoy en contra de los Ayuntamientos.
Estoy en contra de la vida.
Estoy en contra de la protección de los no-nacidos.
Estoy en contra de las malformaciones.
Estoy en contra de la religión.

De lo único que no estoy en contra es de tolerar que este señor tenga unas creencias. Me alegro mucho que él saque un gran partido del capitalismo y de la "democracia". Acepto (muy a mi pesar) que un HOMBRE no pueda concebir y dar a luz como una mujer. Me encanta la idea de que su señora crea que este señor debe decidir sobre si ella aborta o da a luz a un niño sano o con 7 culos y no ella misma, allá cada uno. Me fascina pensar que esa señora y este señor habrían tenido trillizos sin piernas ni ojos y se habrían dedicado 100% a ellos (o tal vez su servicio o tal vez esos millones malapropiados). Me parece genial que haya personas que piensen que unos Ministerios y Ayuntamientos pueden decidir sobre lo que es mejor para ellos y la sociedad en general, antes que las personas y la sociedad misma.

También me deleita hasta el súmmum que existan personas que creen que la vida lo es todo, o que esto es una prueba para quién-sabe-qué, o que esto no es nada, o una mierda. Las sociedades se forman para existir lo mejor posible, y es contradictorio que justo cuando quitan las ayudas para la dependencia, estén pensándose en hacer esto. O todos, o ninguno. Privar a una madre de tener un hijo sano (o si no puede, de adoptarlo) y cargarla de otro que nunca va a poder valerse por sí mismo, que si su madre se muere, él va detrás... ¿eso en qué sociedad se ha visto?

Hay gente que creen en religiones muy diversas y en iglesias muy corruptas. Si ellos son felices, ¿quiénes somos los demás para intentar convencerlos de que eso está mal? Total, yo tampoco he hecho nada por los niños de África. Ellos que hagan lo que quieran, y nos dejen a los demás tranquilos. Que no tendremos cargos de conciencia.




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