martes, 26 de marzo de 2013

SKAT

Ayer fui a SKAT (Hacienda española) a preguntar dudas sobre mi maravillosa empresa. Pero hoy no voy a echarme flores sobre ello, sino que quiero dar a conocer mi versión sobre la burocracia danesa y sus servicios para el ciudadano.

El edificio está a-tomar-por-culo.com. En un sitio que no pone ni el nombre de las calles ni hay un alma en ninguna parte. Solo coches, parece otro país. Por suerte el edificio es inmenso y se ve de lejos, porque yo ya estaba a punto de volverme a ver si me había pasado la calle.

Una vez ahí lo típico de los edificios gubernamentales enormes. Dónde coño está la entrada, dónde coño tengo que ir a preguntar. Qué coño digo, blahblah.

Por suerte, cuando estaba ahí, había un pobre inmigrante más perdido que yo dando una chapa increíble en inglés y la señorita diciéndole que fuera a la página de skat.dk y el tipo erre que erre que no quería. Y me dio tiempo a pensar.

Hablé en danés. Soy una crack. Y me dieron un ticket para esperar. Tipo INAEM. Y una vez ahí la típica gente danesa, que saben que te hace falta ayuda, pero si no preguntas directamente no te ayuda ni el tato. Pero como ya los conozco, ya me encargué yo de preguntar todo clarito cuarenta mil veces.

Y nada, que como no te puede ayudar la misma persona para diferentes cosas, me redirigieron a otro numerito y a esperar otro tanto. Y tanto. Total, para no hacer nada más que el tonto. Y lo típico de que cada funcionario te dice una cosa. Genial.

Pero bueno, simpáticos. Muy organizados. Unos 40-50 minutos de espera en total. No ayudan mucho, pero hacen las cosas que tienen que hacer. Te preguntan por tu vida y cómo coño vas a vivir. Como si lo supieras. Como si pudieras vivir en Dinamarca sin tener un pastón debajo del brazo antes que nada...



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