jueves, 22 de marzo de 2012

Reflexión del día, nada más

El capitalismo llama a la puerta. Y hay algunas cosas que vemos que están muy bien cuando las hacemos nosotros, pero no cuando las hacen los demás. Algunos ejemplos:
-Hay suficiente sitio en una calle para que aparquen dos coches en línea, pero aparcamos en medio y ya nadie más puede aparcar.
-Si un compañero coge una baja por paternidad es un cara dura porque por su culpa tienes que trabajar tú más.
-Compramos comida para dos y tiramos la mitad.

Todo para nosotros, y lo que nos sobra para nadie.

Ayer estuve viendo unos fragmentos de una serie sobre un "juego" en el que se trata de engañar a los demás para quedarte tú con su dinero. Cuando los personajes eran traicionados se enfadaban con los demás por engañarles para quitarles dinero y quedárselo ellos; cuando eran ellos los que se quedaban con el dinero de los demás, les hacía mucha gracia. Además, teniendo en cuenta que en todo momento había siempre una opción para que todos ganaran (pero una cantidad mucho menor, claro). Siempre se estafaban.

También entra aquí el "yo doy de comer a mis hijos y los de los demás que se las apañen". Eso sí, cuando se trata de quedar bien donando a las ONGs... todo el mundo quiere ser el primero en aportar.


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. http://m.youtube.com/index?desktop_uri=%2F%3Fgl%3DES%26hl%3Des&hl=es&gl=ES#/watch?v=aF-IarQsIig

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