martes, 5 de marzo de 2013

Rugbrød


Esta cosa con tan mala pinta es pan de centeno. Es un pan que comen los daneses en lugar de comer pan de toda la vida. La primera vez que lo probé sabía como si estuvieras masticando la madera de la mesa. Pero no en seco, sino después de haberla dejado a la intemperie y bajo los elementos escandinavos (lluvia, nieve, viento, frío, y sol negro) durante uno o dos años. Dale un bocao a eso y sabrás a qué sabe el Rugbrød

A los daneses no les gusta que diga eso, que son muy suyos y se sienten insultados. ¡Es solamente un pan! A mí el pan tradicional español me sabe a goma de neumático, y ningún español (ni siquiera los amantes de este pan) se han sentido tan traicionados como un danés pueda sentirse jamás. Pero bueno...

El problema es que ayer comí Rugbrød, me gusta sentirme integrada y nunca está de más hacer esfuerzos por rubios altos y guapos. Coño, que llevo 5 meses en Dinamarca, todas las cosas danesas que pueda hacer son pocas. Me lo comí, como digo... y me lo tragué. Creo que nunca había conseguido hacerlo antes. Y... me supo bueno. Sabía bueno. Bueno, bueno, vamos a ver, tampoco TAN bueno, pero digamos que era comestible. No era pan blanco, ni era ambrosía, y hay que reconocer que todavía conservaba un poco ese regustillo a intemperie, pero era comestible e incluso agradable. 

En fin, que o yo me he vuelto loca (cosa que sucede muy a menudo) o Dinamarca me está cambiando el paladar. ¡Todo sea por la aventura danesa!

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