lunes, 19 de noviembre de 2012

Nøglene

CASI pierdo las llaves de casa. Y me alegra pensar que mi casera las encontró antes de que yo me diera cuenta de que las había perdido, porque si no el pánico en el que había entrado habría sido supremo.
Fue gracioso porque de repente oí a alguien entrar y pensé que sería el fantasma de mi compañero de piso que ya la había palmado ahí en el baño sin salir a mear ni nada, pero no, era la señora. Entraba, dejaba algo y salía. A los minutos, aprovechando para ir al baño, me fijé (estaba todo a oscuras) y de repente vi algo demasiado familiar: "oh, dios mío". Me metí corriendo con ellas al cuarto. La señora no sabría de quién coño eran las llaves.
Hoy me ha pillado, no me ha visto nunca entrando a casa, pero hoy ha pasado (justo un día después) y mis llaves estaban llenas de llaveros. Así que me ha dicho "así que eran tuyas las llaves". Jajajajaj, me las había dejado puestas en la puerta!!! Y tan feliz la había cerrado jajajajaja. Menos mal que aquí no roba nadie, porque la noche del sábado se habrían puesto las botas entre bicis y la casa.

En fin, creo que no es la primera vez que me pasa, así que la próxima vez, aunque me esté meando después de 1 hora hasta casa en bici a las 5 de la mañana de fiesta... no me dejaré las llaves en la puerta. Todo esto no habría pasado si no hubiera vuelto a casa!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario