domingo, 8 de julio de 2012

Huevos Duros Congelados

He metido -sin querer- unos huevos duros al congelador. El momento en el que los he encontrado ahí ha sido gracioso. He abierto la nevera y he pensado: "¡Qué raro que no estén los huevos duros en la nevera! Con lo que ha costado robarlos". Así que he pensado que me los habría dejado fuera, aunque yo recordaba vivísimamente haberlos metido. Pero tampoco estaban fuera, por supuesto. 

¿Dónde iban a estar entonces? Pues en el congelador, ¿dónde mejor?

Así que, ¿ahora qué?:

a) -¿Me los como?
b) -¿No me los como?

Como es imprescindible, he hecho una rápida búsqueda en google y he encontrado diversas opiniones de señoritas muy amables que contaban su experiencia. 

Casi por unanimidad ganaba el "No te lo comas, que te intoxicarás" y, además, el "Yo una vez lo probé y fue un desastre total". Algunos detalles interesantes es que luego saben a plástico (FANTÁSTICO, ME ENCANTA EL PLÁSTICO!!!) o que el tacto es muy raro y se pone de un color indescriptible O.O. 

Después, había una señora que simplemente decía que si no olían raro ni el color era raro, se podía probar a comer, a una mala simplemente no sabrían a nada.

¡Me encanta el huevo duro en la ensalada, esto ha sido una gran pérdida!


3 comentarios:

  1. RESULTADO: Huevos de sabor normal pero la yema parecía de plástico !!!

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  2. ¡Has fabricado pelotas de goma!

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  3. Hostia pues.... igual sí eh, no había manera de escacharlos y la textura era muy muy similar jajajaja

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