Mal. Mal. Mal.
Nuestra víctima no ha seguido el patrón que venía desarrollando a lo largo de toda la semana y no hemos podido seguirla. Al menos, hemos averiguado unas posibles causas por las que solía salir a altas horas de la madrugada en dirección sur. Parece ser que nuestra víctima no tiene novia (ni en silla de ruedas ni de 65 años), ni novio. Parece ser que tampoco se iba con otro tipo de novias ni a drogarse. Tampoco se ha echado amigos de una organización de sordos o del opus dei. Ni tampoco quería llamar la atención para que le siguiéramos.
Parece ser que simplemente quería recordar los viejos tiempos de su juventud y visitar aquellos bares que solía frecuentar cuando era joven y jugaba al fútbol. Se daba paseos por la calle Doctor Cerrada, por el barrio del Gancho, el Coso y demás puntos del Casco Antiguo de Zaragoza por eso mismo. Pero, para su desgracia, se los encontraba cerrados la mayoría de las veces o se habían convertido en terrazas familiares más que en bares de fiesta.
No sabemos si entró a alguno o no ni qué se tomó. Tampoco sabemos por qué justo ahora le dio por ir a esos lugares. Tampoco sabemos porqué se echó la colonia del Barón Dandy solamente ayer. Aunque parece ser que los zapatos de vestir (los que no se quería poner ni para los bautizos) se los puso porque sus zapatos normales le hacían ampollas en los pies. Aun así, ayer no aceptó la compañía de nadie ni quiso decir a su familia a dónde se iba.
Sospechoso. Seguiremos espiando su comportamiento y, si vuelve a repetirse, le seguiremos y tomaremos fotos. Joder, el disfraz que preparamos para que no nos reconociera ya está listo y todo!
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