Tengo hemorroides. O yo pensaba que tenía hemorroides. Porque según el médico danés no tengo nada. Según los médicos daneses, nunca tienes nada. Pero te mandan comprarte unos medicamentos que cuestan un ojo de la cara, que no del culo.
En fin, quiero defender la sanidad pública, y no la mierda de concierto que han hecho aquí con la sanidad. Lo siento, normalmente hablo de lo que conozco y es de lo público respecto a la educación. No me gusta meterme en camisa de 9.24 metros, pero lo considero necesario.
He visto mucha gente ya diciendo que el médico en Dinamarca no tiene ni idea de qué tienes. Así de claro. Muy cercanos, poca bata blanca, muy buen rollito, muy jóvenes, muy guapos, rubios y con ojos azules, por supuesto; pero saben de medicina lo que yo sé de la historia de España sobre el franquismo: lo que he visto en Cuentamé: 2 temporadas.
Total, que no tengo hemorroides, no sé lo que tengo pero no puedo hacer lo que se debe hacer en el señor Roca una vez al día, o cada dos, o cada tres, o lo que depende del estreñimiento que tengas. Pero claro, aunque no las tengas, por si acaso te recetan la crema de 20 euros para que te la metas por el culo.
Hoy creo un poco menos en el sistema danés de impuestos. Siempre lo he respetado, admirado, y creo que se debería recaudar más, y pagar menos. Pero para qué coño pagar tanto en impuestos si luego las farmacéuticas se forran a costa del sistema.
Que sepan los daneses por qué se mueren tantos años antes que sus vecinos mediterráneos que no hacen deporte, ni comen todo sano, ni están tan obsesionados por morirse. Porque la gente va al médico - y la lista de espera será la hostia, pero esa es otra, yo he tenido que esperar una semana llorando que me moría, porque si no tenía que esperar dos semanas - y cuando está enfermo le hacen pruebas y le atienden y el médico sabe de lo que habla.
Aquí no. Undskyld. Los médicos son de pacotilla.
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